Tres muchachos ingleses, Ralph Rover, de quince años, Jack Martín, de dieciocho y Peterkin Gay, de catorce, son los únicos supervivientes de un naufragio en los arrecifes de una isla polinesia.
Durante unos meses llevan una vida apacible. Estrechan su amistad; van aprendiendo a procurarse comida en abundancia (en forma de frutas, pescado y cerdos salvajes). También se construyen un refugio y un pequeño bote empleando las pocas posesiones que rescatan del naufragio.
Exploran la isla, que según la descripción que se da de ella, tendría la forma de un círculo de unos 20 kilómetros de diámetro con dos cumbres principales de 150 y 300 metros de altitud y numerosos valles.
Uno de sus descubrimientos es una cueva, que llaman "del diamante", en que se puede entrar sólo buceando bajo el agua y es por tanto un escondite ideal.
Otro hallazgo es una cabaña desvencijada con los restos de un náufrago anterior, lo que no deja de arrojar una sombra sobre su despreocupada vida, al hacerles presente que ese puede ser también su fin, de no llegar a establecer contacto con otros hombres.
La novela de William Golding El señor de las moscas tiene una marcada influencia de La Isla de Coral. Golding lo resalta al llamar a sus dos principales personajes Ralph y Jack.